Inscripción romana nº 15
Hallada en el barrio de Benalúa. Conservamos un dibujo de la misma, pero no la original que se encuentra en paradero desconocido. Algunos arqueologos la fechan concretamente los años 176 al 180.
Tradución:
"Marcus Aurelius Antoninus y Lucius Aelius Aurelius Commodus, Augustos, Germanicos, Sarmanticos ... los decuriones del municipio de Lucent... ...".
Es la causante de una polémica entre los arqueólogos e historiadores alicantinos, que auctualmente no esta definitivamente zanjada.. La polémica se suscita porque la lapida aparece en la ciudad romana de Benalúa, muy lejos del Tossal de Manises, y en la lapida no hay ninguna duda que eran decuriones de Lucentum. Por lo tanto surge la duda sobre donde estaba situada la ciudad romana de Lucentum, en el Tossal de Manises o en Benalúa.
Sabemos que la ciudad romana del Tossal de Manisses, fue decayendo poco a poco. Algunos autores hablan que esta declive se debio a que su puerto se fue aterrando por los aportes de tierra del barranco de la Albufereta. Esta causa es poco probable, puesto que sabemos que los romanos eran perfectamente capaces de hacer el mantenimiento del puerto. Lo cierto es que en el siglo II la ciudad del Tossal de Manises parece aún en un periodo próspero, aunque si hay muestras de decadencia muy pronunciada en el III y en el IV practicamente es ya un lugar desabitado. En cambio, la ciudad romana del barrio de Benalua, que se situaba en el margen derecuo (mirando hacia el mar) del barranco que discurria por lo que hoy en dia es la calle Óscar Esplá (por cierto una localización muy parecida a la de la ciudad del Tossal de Manises y con la posibilidad de que tuviera tambien su puerto, que se estaría aproximadamente a la altura del cruce de Óscar Esplá y catedrático Soler), aunque es bastante desconocida, sabemos que comienza en el siglo II y dura como mínimo hasta el V.
Lo curioso es que según esta lápida, parece que en el siglo II ya es una ciudad perfectamente formada y sujeta al derecho latino, puesto que tiene decuriones (parte esencial de la curia municipal), lo que se explicaria perfectamente si fuera la heredera de la ciudad del Tossal de Manises de la que heredó hasta el nombre, pero de dificil explicación para una ciudad de nueva fundación. El problema es que en el siglo II era aún pronto para ser la heredera, puesto que la ciudad del Tossal aún no estaba muerta.
Que la ciudad de Benalúa es la heredera de la del Tossal de Manises, teoría defendida entre otros por el arqueólogo alicantino Federico Rubio Gomis, no se podrá demostrar de una manera fehaciente, mientras no se realicen excavaciones modernas en el barrio de Benalúa, y que tengamos la suerte de encontrar un área poco aalterada por la construcción del propio barrio.