Hijo de un portugués que ejercía de transportista y de una extremeña que trabajaba de cocinera para unos marqueses. Su familia vivía en Extremadura. Manuel se quedó huérfano de padre siendo aún joven, y entonces su familia decidió trasladarse a Alicante cuano tenía unos 22 años.

Durante algún tiempo fue Caballero Legionario. Luego entró a trabajar en la Fábrica de Tabaco como mecánico-tornero a cargo de una máquina de fabricación de cigarrillos Celtas.

Manuel Díaz contrajo matrimonio con Ángeles Asensi, vecina del barrio de San Antón, donde tenían su vivienda.

Destacó por su vida sindical, siendo vicepresidente de la Sección Central Social del Sindicato Vertical e incluso llegó a ser propuesto como candidato a diputado nacional en las Cortes franquistas.

En 1952 entró como concejal en el Ayuntamiento de Alicante por el tercio sindical con Francisco Alberola de alcalde. Una de las primeras iniciativas de Díaz Lancho como edil fue la de recuperar el Porrate de San Antón, una tradición que databa del siglo XVI pero que llevaba sin celebrarse desde tiempos de la Segunda República.

A partir de 1955 el nuevo alcalde Agatángelo Soler le otorgó varias funciones de gobierno. Díaz Lancho gestionó las áreas municipales de Tráfico, talleres y alumbrado. Se encargó de reorganizar en gran medida el tráfico urbano de la ciudad, señalizó los pasos de peatones y gestionó la instalación de taxímetros en los taxis.

Tras tomarse una legislatura de descanso político, en 1960 decide presentarse a las elecciones municipales del tercio familiar. Manuel Díaz Lancho es el segundo que más votos recibe en dichos comicios, siendo por tanto electo concejal del Ayuntamiento. En esta ocasión se encarga del área de Alumbrado, y de la de Ferias y Mercados con Fernando Flores como alcalde.

Durante esta segunda etapa política, Díaz Lancho impulsó la instalación de la nueva iluminación del Portal de Elche. Un proyecto por cuya adjudicación recibió un ofrecimiento personal de 1.000.000 de pesetas, y pidió que se descontase esta cantidad de la factura al Ayuntamiento.

Cabe señalar también que una de las veces que regresó a su pueblo natal trasladó aquí una imagen de la Santa Faz y la donó a la Iglesia de la Asunción de Torremocha.

En los últimos años de su vida Manuel contrajo una dura enfermedad que le apartó de la vida pública, y se lo llevó para siempre a la temprana edad de 56 años.

TRAYECTORIA POLÍTICA

FUENTE: 

- Juan M. Marco Díaz (su sobrino)