Juan Santacilia, Jorge
Alicantino de Oro
Nació en su hacienda familiar llamada El Hondón, situada en Monforte del Cid (aunque hoy en día pertenece al término municipal de Novelda). Su padre era un militar y hombre de negocios. Tenían su residencia habitual en la Puerta del Mar de Alicante. Con tan solo 3 años de edad, Jorge quedó huérfano de padre.
Sus estudios básicos los cursó en el Colegio de la Compañía de Jesús de Alicante. Estuvo bajo la tutoría de su tío paterno Antonio, que era canónigo en los Jesuitas. Más tarde marchó a Zaragoza para seguir estudiando. A los 12 años partió a Malta donde recibió clases seculares de la orden de San Juan de Jerusalén. Estuvo desde ese año vinculado a la Orden de Malta, a la que también pertenecía su tío y nuevo tutor Cipriano Juan.
Se decidió por ser guardiamarina y a los 16 años regresó a España para ingresar en la Academia de Guardias Marinas de Cádiz. Demostró grandes dotes para la geometría, navegación, trigonometría y las humanidades, siendo conocido entre sus compañeros por el sobrenombre de ‘Euclides’.
En estos años de preparación ya empezó a participar en sus primeras expediciones marítimas. La más notable fue la Conquista de Orán, en 1732. 2 años después también estaría en la escuadra que acompañó al infante don Carlos (futuro Carlos III) en su viaje a Nápoles. Además participó en diversas misiones contra piratas.
Tras finalizar sus estudios a sus 21 años fue seleccionado para participar en una expedición organizada por la Real Academia de las Ciencias de París, destinada a medir la longitud del meridiano de La Tierra. Se reunieron a algunos de los mejores científicos del mundo, como Charles Marie de La Condomine, Pierre Bouguer, Antonio de Ulloa. Estuvo dirigida por el astrónomo y matemático Louis Godin.
En 1735 llegaron a Quito. Allí comenzaron con la medición del meridiano, una labor que se prolongó hasta 1744. Montaron una serie de triangulaciones, situando señales en puntos a una distancia clave, tanto en llanos como en las altas cumbres andinas a más de 5.000 metros de altura. A menudo tuvieron que interrumpir sus investigaciones por orden del Virrey de Lima para ayudar con sus conocimientos a construir defensas marítimas ante los recurrentes ataques de la flota inglesa.
El largo trabajo no pudo ser más fructífero. Descubrieron y demostraron que la Tierra no era perfectamente redonda, y lograron incluso medir el grado de achatamiento del planeta en los polos.
Tras participar en este enorme logro para la geografía y la ciencia, permaneció en tierras americanas durante los siguientes años, estudiando la organización de aquellos territorios coloniales por encargo de la Corona Española.
Junto con Ulloa escribió la obra “Disertación histórica y geográfica sobre el meridiano de demarcación entre los dominios de España y Portugal”, zanjando científicamente de una vez la línea de separación entre las colonias de amabas naciones en América, una cuestión que se venía discutiendo desde el Tratado de Tordesillas (1494).
A su vuelta a España fue ascendido a capitán de navío. Conoce al influyente marqués de la Ensenada, quien le encarga viajar a Inglaterra para espiar las nuevas técnicas navales de los británicos.
Adoptó la identidad de ‘Mr. Josues’ y se infiltró en la armada británica, llegando incluso a compartir mesa con el primer ministro Henry Pelham y parte de su plana mayor. Envió informes a la Corona Española sobre las últimas mejoras de su armada y sobre sus futuros planes de ataques a las colonias españolas en América. Incluso contrató a algunos expertos astilleros ingleses e ingenieros navales del Támesis para trabajar en España. Finalmente fue descubierto por el gobierno inglés, pero en junio de 1750 logró escapar antes de ser detenido cruzando de incógnito el Canal de la Mancha.
Tras su gran trabajo de infiltrado en Inglaterra, se trasladó a Ferrol para colaborar en la mejora de la armada española aplicando todos los conocimientos y técnicas que había adquirido. Llegó a ser la principal figura a cargo de la construcción naval del ejército de España, y acometió una gran renovación de los astilleros.
Alcanzó tantas mejoras y buenos resultados, que esta vez fueron los ingleses los que organizaron misiones secretas para espiarle.
Fue nombrado también en 1752 Director de la Academia de Guardias Marinas de Cádiz, la misma donde se formó. Durante sus estancias en la ciudad gaditana (cuando no estaba en Ferrol), tratará de contratar a profesores nuevos y competentes que impartieran enseñanzas sobre ingeniería naval y cartografía más modernas de las que se daban habitualmente en España. Además, fundó un Observatorio Astronómico y una Asamblea Literaria que pretendían ser los gérmenes de una futura Academia de Ciencias.
Incluso llegó a ser nombrado Ministro de la Junta General de Comercio y Moneda por Fernando VI, cargo que apenas llegó a ejercer.
Sin embargo, su gran valedor el Marqués de la Ensenada cayó en desgracia en 1754 ante las intrigas de otros nobles en Madrid, por lo que Jorge Juan acabaría siendo relegado de sus funciones cuando estaba a mitad de realizar su trabajo de renovación de la armada española. No obstante, si pudo sentar las bases para una futura cartografía y navegación modernas en España.
Cuando Carlos III ascendió al trono, aceptó su propuesta para fundar y dirigir el Real Observatorio de Madrid. Fue el primer organismo de España dedicado a la astronomía, con el objetivo de aplicar sus investigaciones en la mejora de la navegación marítima. Dicha institución aún existente en la actualidad.
A partir de 1760 fue nombrado jefe de escuadra de la Armada Real. En 1767 el monarca decide encomendarle una nueva misión internacional. Se le encargó desplazarse a Marruecos como Embajador Extraordinario para conseguir un acuerdo ventajoso para España con Mohammed III, el sultán marroquí. Al mismo tiempo, debía de volver a realizar labores de espía.
Jorge Juan volvió a responder perfectamente a su cometido, consiguiendo la firma de un tratado de 19 puntos que no evadía ninguna de las aspiraciones de Carlos III. Además, también escribió los informes secretos demandados.
Durante aquella etapa en Marruecos terminó de escribir su obra “Examen Marítimo” de 1771 se convirtió en la piedra angular de la teoría de construcción naval de su tiempo, siendo la primera escrita apoyándose en cálculos matemáticos.
También publicó 2 años más tardes un importante libro sobre la situación de la ciencia de la astronomía: “Estado de la astronomía en Europa”.
A su vuelta a Madrid en 1773, el rey premió su gran trabajo con un honroso y lubricativo puesto en la dirección del Real Semanario de Nobles (actual Instituto de San Isidro).
No obstante, ese mismo año acabaría falleciendo a causa de una ataque epiléptico a los 60 años de edad.
Jorge Juan Santacilla fue un hombre clave para España durante 3 reinados; los de Felipe V, Fernando VI y Carlos III. Participó decisivamente en la expedición científica que hizo el descubrimiento del achatamiento de La Tierra, que permitió avanzar enormemente a la astronomía y a la ciencia. En base a esta expedición, 50 años más tarde el metro pasaría a adoptarse como unidad de medida universal, siguiendo así vigente en la actualidad.
Además, también realizó grandes mejoras en la armada naval española. Para ello, tuvo que arriesgar en gran medida su vida, infiltrándose en Inglaterra, la gran potencia enemiga de España en aquella época.
Nacido en Monforte/Novelda y criado en Alicante, fue sin duda el gran ilustre alicantino del siglo XVIII.
En Novelda se levantó un monumento en su memora por el centenario de su muerte. También en Alicante hay un instituto que lleva su nombre.
FUENTES:
- Wikipedia