Marín Guerrero, José
Hijo de un funcionario del Ayuntamiento de Lorca. Durante su adolescencia tuvo una participación muy activa en su localidad: ganó un premio literario, fue un destacado deportista y fundó el primer equipo de baloncesto lorquino.
Con 19 años se sacó una oposición en Aduanas. Su primer destino fue Puigcerdá (Gerona). Empezó aquí a estudiar Derecho a distancia en la Universidad de Madrid.
En el 63 fue trasladado a la Aduana de Alicante. Se vino junto a su novia de toda la vida, Ana Mari Navarro-Sota, con la que se casó ese mismo año. Tuvieron 3 hijos: Eugenia, Lázaro y María Encarnación.
En sus ratos libres, Pepe Marín se acostumbró a artículos que fueron publicados en algunos diarios locales. Incentivado por estas publicaciones, decidió dejarse el Derecho y matricularse por libre en la Escuela Oficial de Periodismo en Madrid. En 3 años se sacó los 5 años de carrera.
En 1973 se dio a conocer en el periodismo nacional cuando El Mundo y La Verdad publicaron un artículo suyo en el que denunciaba las carencias de Lorca.
Finalmente acabaría por convertirse en colaborador fijo del periódico La Verdad y a partir del 75 es contratado en plantilla para ser el responsable del área política. No abandonó su empleo funcionarial, acudía por la mañana a la Aduana y por la tarde a la redacción.
Fue un pionero, un periodista que no evitaba expresar sus opiniones políticas, en aquellos convulsos últimos años del régimen y primeros de la Transición. Se convirtió en una de las personas más referentes de la actualidad alicantina.
Aunque nunca llegó a militar en ningún partido, tras 20 años en La Verdad, Pepe Marín decidió entrar en política. Fue en 1996, cuando el Presidente de la Gerneralitat Eduardo Zaplana le ofreció ser el nuevo delegado territorial de Cultura. Poco después se haría cargo de la dirección territorial de Cultura y Educación. A partir del 99, fue nombrado Delegado Provincial del Gobierno Valenciano en Alicante, puesto en el que permaneció ya el resto de su vida.
Dentro de su cometido como político, impulsó algunas iniciativas culturales importantes para la ciudad y la provincia, como lograr la organización de las exposiciones de “La luz de las imágenes”. Además fue uno de los principales impulsores del parque temático de Benidorm Terra Mítica, incluso fue Pepe quien propuso dicho nombre.
Además de su vida profesional, Pepe fue católico practicante y un gran amante de la cultura, los toros y el teatro. Llegó incluso a ser presidente de la Asociación de Teatro Independiente de Alicante.
Teniendo 69 años, tras dar una rueda de prensa en el Teatro Principal, sufrió un infarto que acabó repentinamente con su vida.
FUENTE:
- “40 ALICANTINOS”, Tirso Marín Sessé