Nació en la vivienda familiar en donde residían sus padres en la Paseo de los Mártires (actual Explanada). En el mismo lugar tenían el negocio familiar, una carnicería. Ya desde pequeño Julio debía de encargarse de acudir diariamente al matadero para limpiar los despojos de la carne. Aquí por tanto empieza a familiarizarse con el contacto con los animales.

Conforme fue creciendo también creció con él su interés por el toreo. Aprovechó los novillos que enviaban al matadero para su sacrificio para dar los primeros lances.

Como muchos otros futuros toreros, participó en algunas capeas y encerronas en localidades cercanas. A los 19 años, debutó formalmente en Alicante como novillero.

Se desempeñó desde el principio con gran destreza y le llamaron a torear en muchas plazas, como Sevilla, Barcelona, Valencia o Madrid. Destaca una tarde de agosto de 1903 en el coso alicantino, donde despachó con gran acierto a 6 novillos. Se le empezó a conocer con el apodo de ‘Templaíto’.

Decidió pues tomar la alternativa el día de San Pedro (29 de junio) de 1904. La cita levantó gran expectación en la ciudad, pues era el primer alicantino en tomar la alternativa como torero. Compartió un cartel de lujo con ‘Lagartijo Chico’ y Antonio Montes, que fue quien le cedió la muerte del toro ‘Canastillo’.

Sin embargo, tras tomar la alternativa apenas siguió toreando durante los 2 primeros años y su estela que tanto prometía se fue apagando. Destacó una corrida en abril de 1905 en Alicante en la que compartió cartel con Lagartijo Chico y con Antonio Fuentes, estando presente en el palco El rey Alfonso XIII; y poco más.

En 1906 se casó con Josefa Guerra. Al año siguiente nació su primera hija, Carmen. Su segunda niña vendría en 1911, llamada Julia.

Participó en una exitosa gira en 1909 por México, Uruguay y Brasil que le permitieron ganar unos buenos ahorros. Volvió a España con toda la fuerza e intención de volver a retomar su carrera, pero en su primera corrida en 1910 en Barcelona sufrió un accidente al pisar un rehilete caído sobre la arena que rebotó y se le clavó en una pierna.

La herida se le infectó y agravó. Estuvo 3 años seguidos acudiendo a hospitales para tratarse, pero ningún médico pudo evitarle que acabara padeciendo una cierta cojera.

A pesar de que su mujer Josefa venía de una familia de bien, sus padres la desheredaron al casarse con Julio, por lo que comenzaron a pasar penurias económicas. En 1915 se organizó un festival benéfico en Barcelona cuyos ingresos iban destinados a paliar la situación familiar de Templaito. Sin embargo, apenas le produjo beneficios.

Durante un tiempo fue su mujer quien sacó adelante la familia, haciéndose comadrona. Afortunadamente, Julio acabó consiguiendo un empleo en la Beneficencia  Municipal de Elche. Se mudaron entonces a la localidad ilicitana.

Pero desgraciadamente, su vieja herida en la pierna nunca se le acabó de curar por lo que, tras varias operaciones y curas frustradas, tuvo que internarse en el Hospital del Rey de Alicante (actual Parroquia de la Misericordia).

Su estado no mejoro y a la edad de 54 años Julio Martínez falleció en su domicilio particular de Elche.

FUENTE:

- “40 ALICANTINOS”, Tirso Marín Sessé