Navarro Rodrigo, Carlos

Fecha de nacimiento: 
24 de septiembre de 1832
Lugar de nacimiento: 
Alicante
Fecha de fallecimiento: 
21 de diciembre de 1903
Lugar de fallecimiento: 
Madrid
Profesión: 
Político y periodista
Militancia: 
Unión Liberal, Partido Constitucional y Partido Liberal
Consorte: 
Adela Ramírez de Arellano
Hijos: 
Antonio, Feliciano y 4 más
Biografía: 

 

Nació en la plaza de San Agustín (la actual plaza de Quijano). Vino al mundo en el seno de una familia muy humilde de artesanos. De hecho, el propio Carlos tuvo que ponerse a trabajar desde bien pequeño, lo cual no le impidió obtener el bachillerato a los 15 años.

Empezó su relación con la prensa al trabajar como copista y corrector para algunas imprentas. Tiempo después mostró actitudes para las letras, por lo que comenzó a redactar textos y artículos para publicaciones como El agente de Alicante o La Regeneración.

Probó suerte durante un tiempo en Madrid, para luego regresar a Alicante. Fue nombrado secretario de la comisión que elaboró el monumento al antiguo gobernador Trinitario Quijano.

Trabajó para varios diarios, como El Debate, El Criterio y La Época. Conoció a través de este último al general Leopoldo O’Donell, quien le animó a entrar su partido Unión Liberal y trabajar para su periódico con mismo nombre. Marchó de nuevo a Madrid y llegó a convertirse en el redactor-jefe de este medio.

Contrajo matrimonio con Adela Ramírez. Tuvieron 6 hijos, 3 varones y 3 mujeres.

En 1856 O’Donell accedió a la Presidencia del Gobierno, y Carlos Navarro fue contratado de secretario del ministro de Gobernación, Ríos Rosas. En el 58 Navarro fue nombrado diputado de Las Cortes.

En el 59 viajó junto a O’Donell a Marruecos ejerciendo de cronista como parte de la misión diplomática que tenía como objetivo encontrar una solución pacífica a la guerra.

En 1964 fue nombrado Gobernador Civil de Baleares, y de nuevo diputado en el Congreso. A pesar de que pertenecía al ala moderada de la política española y de que se opuso al movimiento del 66 para derrocar a Narváez, acabó por posicionarse en contra de la reina Isabel II y participando en la revolución del 68 que supuso su destrono. Carlos Navarro, que había sido desterrado a Oviedo, volvió a Madrid para participar en la Junta Revolucionaria contra la reina.

También integró la comisión que decidió que España debía seguir siendo una monarquía y que la corona debía ser ofrecida a Amadeo de Saboya. Durante su breve reinado fue de nuevo diputado.

Durante los meses en 1974 que duró el gobierno de Sagasta y el general Serrano, Carlos Navarro ejerció de ministro de Fomento. Fue el último de la I República.

De la disolución de Unión Liberal y otros partidos nació el Partido Constitucional, al que Navarro se afilió con el que volvió a ser diputado y luego senador durante estos primeros años de la Restauración Borbónica. En 1880 dicho partido se disolvió en el Partido Liberal.

Durante la regencia de María Cristina en 1886 hasta el 88 volvió a ejercer de ministro de Fomento. Durante este periodo impulso reformas hacia la educación. Aprobó así que el estado se hiciera cargo de los sueldos de profesores y catedráticos, así como del material de los Institutos y Escuelas que dependían de las Diputaciones. Además creó un Caja de Derechos Pasivos del Magisterio para poder garantizar las jubilaciones, viudedades y orfandades; e impulsó la creación de Escuelas de Comercio en España.

Una de ellas fue la Escuela de Comercio de Alicante, así como también la Escuela de Artes y Oficios. Además utilizó de sus funciones de ministro para impulsar el Plan de Ensache que pretendía la urbanización del nuevo barrio de Benalúa. Dicho proyecto fue elaborado por el arquitecto José Guardiola Picó y la Sociedad de los Diez Amigos. Como reconocimiento a Carlos Navarro, se le dedicó la mayor plaza del nuevo barrio.

También realizó importantes contribuciones de infraestructura en otros lugares de España como Almería o Zaragoza, donde recibió una gran popularidad y gratitud.

Tras terminar su labor de ministro, volvió a ser de nuevo al Senado, llegando a ser declarado senador vitalicio en el 93. También fue presidente del Tribunal de Cuentas de España desde 1890 al 93 y de la Cámara de Comercio de Madrid.

Escribió así mismo algunos libros relacionados con la actualidad y la política española. Falleció en su domicilio de Madrid a los 71 años de edad.

La plaza donde está el parque de Benalúa lleva el nombre de Navarro Rodrigo.

 

FUENTE:

- “30 ALICANTINOS AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD”, Joaquín Santo Matas

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