Hijo del albaterense David Riquelme, que trabajaba para un pescadero del Mercado Central y en su juventud fue preso político del Franquismo e incluso llegó a ser compañero de Miguel Hernández, y de la alpargatera crevillentina Mari Ángeles. Sus padres vivían en Alicante desde hacía muchos años. Ramón era el pequeño de 4 hermanos y nació en la vivienda familiar ubicada en el número 3 de la calle Toledo del barrio de Santa Cruz.

Durante su infancia dio sus primeras lecciones en el colegio del Paseíto de Ramiro. Siendo niño un amigo de su padre le ofrece trabajar con él en un puesto ambulante vendiendo patatas fritas en la playa del Postiguet. Viendo la oportunidad de negocio ante la llegada de cada vez más turistas a Alicante, sus padres se animan a abrir su propio puesto de patatas llamado 'La Alicantina' enfrente del balnerio de La Alhambra.

A los 9 años Ramón pasa a trabajar en los ultramarinos La Esmeralda, tienda de la avenida Alfonso X el Sabio. En los siguientes años Ramón alternó y cambió constamente de empleo. Trabajó en una droguería, en las carrocerías Fermín López, un desguace y un puesto de churros. Ya siendo adolescente fue albañil y también jardinero (plantó muchas de las palmeras que se pusieron en la Rambla).

A la vuelta de hacer el servicio militar en Lorca, participó en la construcción de la discoteca Il Paradiso en la playa de San Juan y llegó a un acuerdo para ser uno de sus propietarios. Se casó con Amparo Sánchez a los 27 años y se fueron a vivir al barrio de San Antón. Tuvieron 5 hijos: Penélope, Amparo, Rocío, David y Moncho.

Tuvo una pequeña incursión en política cuando en las elecciones municipales de 1979 (las primeras locales tras la Dictadura Franquista) integró la lista del partido local Alicante Independiente. Lograron ser la cuarta fuerza más votada, pero no consiguieron ningún concejal.

Ya siendo treintañero se anima a abrir su propio bar en la calle San Mateo del barrio de El Pla, llamado 'La cantina'. Se especializan en arroz de conejo y caracoles, un plato que Ramón había aprendido a concinar de su madre. El negocio cada vez va alcanzando mayor fama y a Ramón le empiezan a encargar paellas gigantes para bodas y eventos. Su primer gran encargo fue una paella para 300 personas con motivo de las Fiestas de San José del barrio de Carolinas en 1986.

Casualmente en las Fiestas de San José aquel año estaban presentes varios respresentantes de la Comisión de Fiestas de Confrides, quienes se interesaron por contratarle para las fiestas de su pueblo. Aquí Ramón Riquelme hizo otra paella multitudinaria que gustó mucho, y fue contratado también para las fiestas del pueblo de al lado Benifato.

La reputación de Ramón Riquelme como concinero de paellas gigantes se fue haciendo muy grande, y en los siguientes años le contrataron para las fiestas de muchos pueblos y barrios más. Lanzó su propia marca: 'Riquelme, paellas gigantes' y logró que La Fallera le patrocinara poniendo el arroz.

En algunos de estos eventos Riquelme conoció a varios extranjeros que le propusieron preparar paellas gigantes también fuera de España. Así pues el cocinero alicantino se recorrió también media Europa como París, Londres, Bruselas, Edimburgo, Dublín, Oslo, Verona o Dijon. También gran parte también de Sudamérica y Estados Unidos. Paralelamente abrió su propio restaurante en la Plaza del Carmen, decorado sobre todo con motivos taurinos (la gran afición de Ramón).

Gran apasionado también de la Semana Santa, desde 1987 y durante más de tres décadas fue el presidente de la Hermandad de Santa Cruz. Tuvo un gran papel para poner en valor la procesión de Santa Cruz celebrada el Miércoles Santo, así como en las Cruces de Mayo.

De hecho Ramón Riquelme se convirtió en una especie de representante vecinal extraoficial de su barrio natal y negoció con el Ayuntamiento varias mejoras. Consiguió que el alcalde José Luis Lassaletta instalara nuevos faroles (hasta entonces la iluminación era casi inexistente) y un alcantarillado, que Ángel Luna pusiera un nuevo pavimento y que Luis Díaz Alperi concediera una sede propia a la Hermandad.

Además también fue directivo del Alicante CF durante los años 90.

Habitualmente Ramón Riquelme es considerado como el cocinero con mayor fama nacional e internacional que ha dado Alicante en toda su historia, así como el primer gran exportador de la gastronomía alicantina al mundo. Aparte de las paellas, también ha realizado una importante labor de investigación para recuperar platos típicos locales como las olletas.

Hace unos años abrió un restaurante en El Pla denominado Casa Riquelme. Algunos de sus hijos también se dedican a la cocina. Actualmente Ramón tiene ya 8 nietos.

Desde 2016 un paseo del parque de La Erera lleva el nombre del cocinero Ramón Riquelme. Fue el primero en su profesión que lograba tener una calle dedicada en la historia de la ciudad.

FUENTES:

- Él mismo

- "RIQUELME: Embajador de Alicante" Martín Sanz