Horchatería Peret
En 1916 un alicantino llamado Vicente Richard Ballester tiene la idea de abrir un kiosco de flores al final del Paseo de los Mártires (actual Explanada), pegado a la Puerta del Mar.
El 12 de mayo el Ministerio de Fomento le autoriza el negocio, otorgándole una concesión ilimitada. Cabe aclarar que la legislación de la época señalaba que esa zona pertenecía a la Junta de Obras del Puerto de Alicante (que a su vez era dependiente del gobierno español), y no al Ayuntamiento.
Es posible que Vicente ya hubiera instalado su kiosco antes de mayo. No obstante, es seguro que a partir de esa fecha ya comienza a vender flores en este lugar.
Apenas muy pocas semanas después, un vendedor ambulante local de frutos secos llamado Pedro Fuster Iborra y conocido como 'Pere el cacahuero' hace una oferta por el kiosco. Vicente Richard la acepta. Desde ese momento, el establecimiento pasa a vender refrescos, horchata, golosinas, frutos secos y similares.
El hijo de Pedro Fuster (llamado igual, pero conocido como 'Peret') le ayuda en el negocio y a la muerte de su padre en 1923 se hace cargo del establecimiento. Por esto, los alicantinos empezaron a conocer al lugar como "el kiosco de Peret" o simplemente "Peret".
Pedro Fuster (hijo) regentó el negocio durante muchos años junto a su esposa Rosa Cano. También involucraron a sus hijos Pedro, Jaime y Agustina.
Durante la Guerra Civil tanto el padre como su hijo Pedro fueron reclutados por el ejército republicano. Durante una época, el negocio llegó a ser colectivizado por el Ayuntamiento. A pesar que la familia Fuster perdió el control directo, tuvieron que trabajar más que nunca para evitar su cierre. Especialmente Rosa Cano.
Aún así, en 1938 les fue imposible abrir. Fue el primer verano desde su apertura que no hubo Horchatería Peret. No obstante, desde 1939 volvieron a funcionar como siempre.
En la Posguerra la tienda se fue haciendo más rentable. Los propietarios decidieron comenzar a vender también helado, al principio solo de sabor a mantecado. Igualmente también tenían granizados, licores y café.
En los años 50 la Explanada pasó a ser titularidad del Consistorio. Sin embargo, el Puerto continuó cobrando el canon a los propietarios. Por quitarse problemas legales y administrativos, la familia Fuster decidió pagar ambas cuotas a las 2 instituciones, a pesar de lo irregular del hecho.
Así mismo, el Ayuntamiento determinó entonces que la concesión no debía de ser indefinida, y puso como fecha límite el 2015 (99 años).
Pedro Fuster 'Peret' falleció en 1965, momento en el que su hijo Pedro pasó a ser el nuevo jefe del negocio. Toda su familia trabajaba en la horchatería. Tanto su esposa Teresa como sus hermanos Jaime y Agustina y sus cuñados Esperanza y Paco (en el obrador).
Aumentaron el número de sabores de helados a 4 (mantecado, chocolate, leche merengada y turrón). Poco después suben la oferta hasta 24 sabores distintos.
Ante la buena marcha del negocio, en 1967 deciden abrir una tienda fija que esté en funcionamiento todo el año y no solo en los meses de verano. Se instaló en la avenida de José Antonio Primo de Rivera (actualmente llamada avenida de la Constitución).
En 1971 el negocio pasa a ser propiedad de la empresa familiar Hermanos Fuster SL, y no únicamente de la persona Pedro Fuster. El histórico horchetaro (tercero en la saga) se jubiló a principios de los años 80.
Su hijo Pedro compró la totalidad de las acciones de Hermanos Fuster al resto de sus parientes en 1988, para así evitar que el negocio pudiera desaparecer.
A pesar de que el cuarto Pedro Fuster no se dedicó directamente a la actividad comercial (era ingeniero de caminos y profesor de la Universidad de Valencia), realizó una gran reforma del kiosco y contrató a un gerente para que se hiciera cargo.
En 1992 fue necesario llevar a cabo otra reforma aún mayor, que obligó a mantener la horchatería cerrada durante aquel verano. 2 años más tarde, decidieron cerrar la tienda de la Avenida de la Constitución.
Durante esta etapa también se compró un local propio en el polígono industrial de Rabasa con el fin de instalar un obrador. Así mismo, la empresa estableció su sede oficial en la avenida Juan Bautista Lafora.
Luego de casi 50 años de duplicidad, en 2001 cesaron los pagos del canon de concesión al Puerto de Alicante. Por tanto, desde entonces se paga únicamente al Ayuntamiento. Se realizó una nueva reforma ese mismo año, por la cual la Horchatería Peret aumentó la superficie ocupada de la Explanada.
Desde 2001 la empresa Hermanos Fuster fue disuelta, y se fundó una nueva mercantil llamada Kioskoperet. En 2015 vencieron los 99 años de la concesión y el kiosco salió a concurso municipal. Acudieron 9 empresas, pero Kioskoperet logró ganar el concurso, por lo que la familia Fuster mantuvo la gestión del negocio.
En los últimos años también han abierto una horchatería-heladería en San Juan Playa.
FUENTES:
- Pedro Fuster García
- Diario El Mundo