A finales del siglo XIX surgió un movimiento cultural en Alicante proclive a recordar los hechos sucedidos en la ciudad durante la Rebelión de Boné en 1843, en la cual el coronel Pantaleón Boné y otros militares próximos al Partido Progresista se sublevaron contra el Gobierno de España. Dicha insurrección terminó con el fusilamiento de 24 soldados rebeldes el 8 de marzo de 1843 en el Malecón (actual Explanada).

Por ello en el 47 aniversario de la ejecución de los sublevados se convocó una "Manifestación por los Mártires de la Libertad" en su memoria. Básicamente lo que reclamaban los manifestantes era que se colocara algún monumento o recuerdo hacia los fusilados en la ciudad. Cabe señalar que por aquel entonces (desde 1869) el malecón donde fueron fusilados ya se denominaba Paseo de los Mártires de la Libertad en su honor.

La manifestación surgió efecto ese mismo día, ya que en el pleno municipal del Ayuntamiento los concejales alicantinos debatieron sobre el tema. El alcalde Rafael Terol declaró que ya se había constituido una comisión municipal encargada específicamente de estudiar posibles homenajes a los Mártires de la Libertad. No sería hasta 1907 cuando se colocó un monumento en su honor.

Esta foto fue tomada desde un primer piso ubicado en la calle de la Princesa (actualmente llamada Rafael Altamira).