Aunque ya venía celebrándose de años antes, la primera noticia documentada de la celebración de Carnaval es de 1802, cuando el Gobernador político y militar de Alicante José Senmanat le dirige una petición al Ministerio de Gracia para que se permita y reconozca el carnaval alicantino.

El Carnaval fue autorizado, pero con múltiples prohibiciones. Se prohibían los disfraces religiosos, propios del otro sexo o relativos a la monarquía. También se prohibían las máscaras. Además, tan solo se permitían los disfraces durante 4 horas por la noche, y en la calle Mayor y calles adyacentes.

En 1807, el gobierno decide prohibir completamente el carnaval en Alicante y en toda España. Hubo que esperar pues hasta 1821 para que fuera nuevamente permitido.

Durante los siguientes años se siguió celebrando sin excepción, aún con bastantes prohibiciones y limitaciones que poco a poco fueron levantándose.

Llegados a 1901, el Ayuntamiento al fin decide oficializar esta fiesta tan popular. Se programa incluso 3 cabalgatas oficiales que desfilaron por todo el centro de la ciudad, siendo la Plaza de Toros el punto de partida y salida. Uno de los sitios por donde pasaron fue por la Explanada, donde incluso se levantaron improvisadas tribunas y asientos, por los que se vendieron abonos para los tres días.

Durante las siguientes décadas la fiesta carnavalesca alcanzó un gran relumbrón en Alicante. Se organizaban incluso bailes en el Casino de San Antón y en los Centros Republicanos de San Antón y Carolinas. También fueron muy famosas las fiestas de disfraces que organizaba la Sociedad de Tiro Nacional en sus salones.

Sin embargo, tras la guerra y la instauración de la dictadura franquista, el Carnaval fue de nuevo prohibido en toda España. Al igual que hacía más de un siglo, de nuevo se alegaron razones de moralidad y pudor, e incluso durante los días previos se escribían avisos de represalias.

Tras 39 años sin celebrarse, en 1978 con el inicio de la transición, algunos alicantinos se aventuraron a salir a la calle disfrazados por el Casco Antiguo. Realmente, de alguna manera nunca había dejado de celebrarse el carnaval, aunque fuera de una manera muy privada y casera.

Durante los siguientes 3 años, cada vez más vecinos eran los que se volvían a atrever a salir con sus disfraces por el centro de Alicante. En 1982, el Ayuntamiento recogió esta tendencia, y 43 años después volvía a reconocer la oficialidad del Carnaval de Alicante.

Se creó el Col.lectiu Carnestoltes, que se encargó de llevar a cabo la labor de recuperar el carnaval alicantino. Se organizan bailes en la Plaza del Carmen, y actuaciones.

Se celebraron incluso algunos carnavales también en verano.

En 1989 se crea el colectivo “La tripa del moro” la cual rivaliza con el Col.lectiu con ideas más rompedoras y modernizadoras. Una de ellas fue la de construir una careta gigante para la “Cara del moro” del monte Benacantil. También se escenificó un “muro de Berlín” en la Rambla, que fue derribado.

Al año siguiente crearon unos misiles de plástico que fueron puestos en el Monumento a la Libertad de Expresión de la Avenida de la Estación en alusión a una lanzadera, como crítica a la guerra del Golfo.

Estas acciones provocaron polémica en la ciudad, pero fue el inicio de las llamadas “arqueologías urbanas” o también “intervenciones urbanas”, que motivaron a muchas calles y colegios a “disfrazar” también sus paredes y rincones.

Así, nacieron también otras costumbres, como la de celebrar el miércoles de ceniza un desfile y posterior incineración de un gran pez conociéndose este acto como “el Entierro de la Sardina”; o la de organizar los colegios fiestas de carnaval con sus alumnos en el último día de clase antes de carnaval.

Desde hace algunos años, las diferentes peñas carnavalescas alicantinas se agrupan en una asociación denominada “La Meca. Mesa de Carnaval de Alicante”.

En las 2 últimas décadas, el Carnaval de Alicante ha experimentado un crecimiento descomunal. Aunque se celebran actos durante varios días, la noche del sábado ha centrado la fiesta, especialmente en la rambla, conociéndose a dicha noche popularmente como “sábado ramblero”.

Actualmente son decenas de miles las personas que acuden disfrazadas, tanto alicantinos como de fuera de la ciudad. El carnaval de Alicante se ha convertido en la fiesta carnavalesca referente de toda la provincia, e incluso cada vez son más personas las que vienen a conocerlo de otras partes de España y el extranjero.

FUENTES:

- Alicante Vivo (www.alicantevivo.org)