Porrate de San Antón
En el siglo XVI los vecinos de Alicante tenían la costumbre de acudir al barrio de San Antón (por entonces en las afueras de la muralla y de la ciudad), para bendecir a sus animales el día del susodicho patrón (el 17 de enero). El lugar de bendición era una ermita construida por frailes dominicos en 1585.
No hay unanimidad entre los historiadores de si realmente esta tradición es originaria del siglo XVI, pues existen algunas teorías que versan sobre la práctica de esta costumbre anteriormente a la construcción de la ermita de los dominicos, concretamente en la Iglesia de Santa María.
Pero a finales del XVI ya estaba consolidada en la ciudad la costumbre de acudir al barrio de San Antón. Por ello, los vecinos se acostumbraron a montar improvisados puestecitos de venta de frutos secos, comida y otros objetos en sus calles. A menudo se intercambiaban por los propios animales que los vecinos llevaban.
Con el paso del tiempo, el acudir y comprar en estos puestos el 17 de enero adquirió tanta o más tradición que el propio acto de bendecir a los animales en la ermita. Dichos puestecillos eran conocidos con el nombre de “porrates”, y finalmente dicho nombre se utilizó para denominar todo el mercadillo e incluso la fiesta completa de San Antón.
Pasaron los años y en el siglo XVIII la ermita ya presentaba un cierto estado de deterioro, por lo que el obispo Juán Elías Gómez de Terán tuvo la iniciativa de reconstruirla como Casa de la Misecordia. Las obras fueron terminadas en 1752. Aunque en 1800 se vendió parte de la Casa de Misericordia para la nueva Fábrica de Tabaco, se mantuvo parte de la iglesia. En 1917 fue elevada a parroquia.
Al ser en sus orígenes una fiesta popular, sin organización institucional, su existencia a lo largo de los siglos ha sido muy irregular. Durante épocas desapareció y durante otras incluso se extendió a varios días con diferentes actos.
En 1953 llevaba ya 20 años sin celebrarse, y algunos vecinos del barrio se organizaron para lograr el resurgir del Porrate. Fueron sobre todo Guillermo Berenguer y José Moreno junto al párroco Gil Guillén. De la mano del concejal Manuel Díaz Lancho, también residente en San Antón, tuvieron una reunión con el alcalde Francisco Alberola para organizar los detalles.
Uno de los problemas que se presentaron fue la inexistencia de una imagen de San Antón para realizar una procesión, por lo que se acabó comprando una en una tienda local. Finalmente, el día 17 de enero de 1954 se volvió a celebrar el legendario Porrate. La tradicional procesión se realizó desde la calle Díaz Moreu hasta la nueva ubicación de la Misericordia en el solar del Hospital Provincial.
A partir de ese mismo año, se constituyó una comisión gestora para garantizar la supervivencia y continuidad de la fiesta. Para la siguiente edición se encargó una imagen del patrón al escultor Enrique Giner.
FUENTES:
- “PRESIDENTE DE LA COMISIÓN GESTORA Y CRÓNICAS FOGUERILES” Francisco Aldeguer Jover.