Romería de Santa Faz
Según la tradición católica, una mujer llamada Verónica limpió con un paño la cara de Jesús cuando cargaba con la cruz hacia el Monte de los Olivos de Jerusalén. El sudor y la sangre formó milagrosamente la cara de Jesús en la tela.
Con el tiempo, según la versión de la Iglesia, el paño se separó en 3 pliegues. Uno de ellos está en Jaén y otro en Lucca (Italia). El tercero, permaneció durante un tiempo en Venecia, y dice la tradición que salvó a la ciudad de la peste. Con el paso de los años, se pintó una cara de Jesús sobre las manchas de sangre.
En el siglo XV el cardenal Rodrigo de Borja (futuro papa Alejandro VI) visitó la Corona de Aragón en representación de la Santa Sede. El párroco de San Juan, llamado Pedro Mena, ejerció de anfitrión del cardenal y entre ellos surgió una gran amistad.
Poco después el cura Mena fue a visitarle a Roma y trabajó durante un tiempo como su secretario. Como muestra de agradecimiento, Rodrigo le entregó un cofre en el que incluía dentro el tercer pliegue de la Santa Faz.
Al llegar a San Juan, el sacerdote guardo el paño en un arcón, junto a otros objetos de valor. Pero pese a colocarlo en la parte de abajo del arcón, siempre que lo abría el paño estaba arriba del todo.
Empieza entonces a pensar en las posibles propiedades milagrosas que puede tener la tela, y lo comenta con los vecinos. Éstos le demandan que saque el lienzo del arcón y que con él hagan una procesión de rogativa hacia el barranco de Lloixa para pedir lluvia que acabase con aquellos tiempos de sequía.
Así lo hicieron el 17 de marzo de 1489. Al llegar al barranco, el fraile que portaba el lienzo (el padre Villafranca) comenzó a sentir un gran peso. Según cuenta la tradición, entonces una lágrima salió del ojo derecho de la Santa Faz.
Tras este milagroso suceso, los presentes decidieron remplazar la Rogativa hasta la semana siguiente. Así ocurrió que el 25 de marzo una gran multitud se congregó en la ermita de Los Ángeles. Dice la tradición que acudieron tantas personas que la rogativa tuvo que celebrarse en el exterior. En el momento de impartir la bendición con la Reliquia, Fray Benito de Valencia quien portaba el lienzo se elevó hacia el cielo. La reliquia entonces se multiplicó y aparecieron tres telas idénticas de la Santa Faz volando sobre los presentes. Inmediatamente, comenzó a llover.
En el lugar donde ocurrió el primer milagro, la orden de Los Jerónimos levantó una iglesia que poco más tarde se transformó en monasterio. Desde entonces, todos los 17 de marzo se organiza una romería de creyentes hasta el Monasterio de Santa Faz, a la que se conoce con el nombre de “La Peregrina”. Sin embargo la Santa Sede no autorizó oficialmente esta romería hasta 1525, siendo el papa Clemente VII quien concedió el oficio.
Con el paso de los años, la romería adquirió un “trayecto oficial”, que parte de la Concatedral de San Nicolás de Alicante y recorre los 8 kilómetros de distancia que separan el templo alicantino de la iglesia de la Santa Faz.
También se forjó un traje típico de peregrinación para este día, formado por un blusón negro y un pañuelo al cuello con los colores azul y blanco. Durante el recorrido se suele portar una copia del lienzo, mientras que el original se expone en el interior de la iglesia.
Paralelamente a la romería, se cortaron muchos trozos de la tela que fueron vendidos a diversas familias adineradas de la época. Por ello, la Santa Faz sufrió una notable reducción y se optó por colocarse en un relicario, con la imagen de la Virgen María detrás.
En el siglo XVI, bajo orden eclesiástica la iglesia cambió a manos de las hermanas del convento de Santa Clara de Gandía. El templo fue reconstruido, levantándose el actual Monasterio de Santa Faz.
En 1663 se decidió en un sinodo diocesiano celebrado en Orihuela pasar la Romería de Santa Faz al segundo jueves después del Jueves Santo. El entonces obispo Acacio March argumentó que debía realizarse este cambio dado que ese día una gran parte de la población alicantina incumplía el mandato de ayuno impuesto por la Iglesia Católica durante la Cuaresma. Sin embargo las autoridades municipales del Ayuntamiento se negaron a aplicar dicho mandato, y la romería continuó celebrándose los 17 de marzo.
Hacia finales del siglo XVII la Santa Sede bajo el mandato del papa Pío V inició una investigación para verificar si la reliquia que estaba en Alicante era realmente auténtica. Incluso una comisión partió desde Roma hacia el Monasterio para examinarla en 1690. Dado que no encontraron pruebas concluyentes de que fuera falsa, no revocaron su estatus de autenticidad.
En 1691 cuando la armada francesa bombardeó duramente Alicante, las clarisas sacaron la reliquia del Monasterio y la escondieron en las montañas para prevenir un posible saqueo por parte de las tropas galas.
En 1752 el obispo oriolano Juan Gómez de Terán rescató la disposición redactada 89 años atrás que ordenaba cambiar el día de la Romería. En este caso no encontró demasiada resistencia política, así pues desde este año pasó a celebrarse el segundo jueves después del Jueves Santo.
A lo largo de los siglos fueron adquiriéndose muchas tradiciones en la Romería, algunas de las cuales ni siquiera eran religiosas, como llevar cañas de azúcar o realizar “paraetas” a mitad de camino para comer o simplemente descansar. También se establecieron diversos puestos ambulantes alrededor del monasterio, que vendían a los alicantinos diversos productos, sobre todo piezas de artesanía.
Estas tradiciones se siguen manteniendo hoy en día. Desde hace muchos años, algunos alicantinos realizan el camino descalzo, e incluso muy inusualmente de rodillas, aunque no hay verdadera constancia de cuando empezaron dichas costumbres.
Durante la Guerra Civil, en julio de 1936 el Monasterio fue asaltado por milicianos comunistas. Afortunadamente el alcalde pedáneo Antonio Ramos Alberola y Vicente Rocamora lograron poner la reliquia a salvo. Tanto la iglesia como el retablo fueron destruidos, y el Monasterio quedó como una fábrica de aviones.
La tela estuvo durante un tiempo resguardada en la Diputación hasta septiembre, cuando el funcionario Francisco Ramos Ayús llegó a un acuerdo con el cónsul argentino Eduardo Barrera para esconder la Santa Faz en Villa Marco (finca de El Campello propiedad de René Bardin, la cual durante la guerra se convirtió en la sede del Consulado de Argentina).
Tras la guerra se restauró el Monasterio. El arquitecto Juan Vidal diseñó un nuevo altar, considerablemente más grande que el anterior. Por estas obras la Romería no se celebró hasta 1943. A partir de ese año la tradición de la Peregrina fue recuperada con normalidad.
En 1974 por primera vez en la historia la misa oficial se celebró fuera del Monasterio, ante la asistencia multitudinaria de millares de peregrinos.
Desde hace algunas décadas, la romería se ha popularizado también entre los alicantinos que no son necesariamente católicos creyentes. Aunque se sigue realizando el trayecto oficial, en el que desde primera hora de la mañana participan con el traje típico las autoridades eclesiásticas y políticas locales, así como millares de alicantinos; muchos otros (la mayoría) realizan el recorrido por su cuenta, empezando desde otros puntos de la ciudad de Alicante, e incluso no entrando necesariamente en el Monasterio una vez llegados a la localidad de Santa Faz.
Además de las tiendas ambulantes de objetos de artesanía, desde hace varios años se organiza una feria de atracciones, que se llena de niños y familias. También muchas personas (especialmente jóvenes) optan por prolongar su camino hasta la cercana playa de San Juan, donde pasan el resto de la mañana y muchas veces incluso el resto del día.
Se haga por motivos religiosos o por mera diversión, la Peregrina de la Santa Faz congrega todos los años a cifras cercanas a las 200.000-300.000 personas, tanto alicantinos como turistas venidos de fuera. Se trata sin duda de una de las tradiciones más arraigadas de la ciudad, y tanto la romería como el lienzo se han convertido en grandes símbolos de Alicante.
En 2020 la Romería de Santa Faz fue suspendida por primera vez desde 1942 debido a la pandemia mundial de coronavirus. El alcalde Luis Barcala quiso que la reliquia fuera llevada al Castillo de Santa Bárbara durante el Día de Santa Faz para realizar una bendición sobre la ciudad, como así se había hecho en otras epidemias de siglos pasados, pero la Subdelegación de Gobierno no lo autorizó. Aún así se mantuvo la celebración de la misa tradicional (sin público) en el Monasterio, donde también se realizó la citada bendición.
Al año siguiente nuevamente la Romería fue suspendida por la pandemia, si bien en esta ocasión la misa sí se celebró con algo de público. Desde 2022 se reanudó con normalidad.
FUENTES:
- http://www.oopreyescatolicos.es/
- Wikipedia
- "¿Desde cuándo se celebra La Peregrina el segundo jueves de Pascua?". Alicante Plaza. Jorge Paya
Comentarios
Daniel Climent Giner (no verificado)
Jue, 02/05/2019 - 19:34
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Algunes puntualitzacions, per
Algunes puntualitzacions, per si foren útils.
1) El nom de Verònica, com a nom de dona, no existia en l'època de Jesús. Era Berenice, típicament macedònic i que va popularitzat la dinastia Ptolemaica a Egipte; el que posteriorment passara a Verònica en llatinitzar-se seria un bon motiu d'anàlisi de l'evolució del nom.
2) Roderic Borja, el cardenal, difícilment visitaria "la corte española", perquè això no existia. Al front dels regnes que formaven la corona castellana estaria Isabel, i al front dels regnes de la corona aragonesa, Ferran. Però no hi havia cap "corona española".
3) La tradició del canyamel o canya de sucre, tot i que té un origen temporal sí que té a veure amb l'origen de la fortuna de la família Borja, una família poderosa amb, entre altres, un parell de cardenals que arribarien a Papa: Alfons de Borja, Calixt III, i Roderic de Borja, Alexandre VI. La família Borja devia la seua fortuna i influència al cultiu del canyamel i elaboració del sucre a la comarca de la Safor, a Gandia i rodalies; en aquella època (segle XV-XVI) una font de riquesa extraordinària. ¿Duien -per mar, naturalment, en aquella època- canyamel de la Safor a la fira que s'organitzava al voltant del monestir erigit per guardar la relíquia regalada per Roderic Borja? ¿Qui ho sap?