Halladas en la Necrópolis de la Albufereta.

La falcata es la espada ibérica. Fabricada en hierro, era del tipo de espada corta, curvada y más ancha al final de la hoja que al principio. La empuñadura era cerrada, lo que protege mejor la mano del guerrero. Fue un arma tremendamente eficaz y parcialmente adoptada por el propio ejército romano que aprendió con sangre su gran valía.

Hemos encontrado en varias sepulturas de la Albufereta algunas de estas espadas. En el momento de enterrar al guerrero se doblaba la espada para dejarla inservible y acompañaba a su dueño a la otra vida.

Actualmente se pueden ver en el MARQ.