Fue soldado en la Primera Guerra Mundial. Los alemanes le hicieron prisionero y trataron de ejecutarle en una cámara de gas. Sin embargo, consiguió salvar su vida, aún quedándole como secuela una neumopatía crónica que le acompañaría durante el resto de su vida.

Trabajaba para la Societé Generale d’Eaux de Liege, organización que pertenecía a la misma sociedad que la Compañía de Aguas de Alicante. Dado al considerablemente clima más agradable de Alicante respecto a Bélgica, Eduardo fue trasladado a la ciudad mediterránea, con el fin de que llevara aquí mejor su dolencia.

Instalado ya en la ciudad mediterránea, conoció a la alicantina Asunción Alberola, con la que se casó y tuvo 3 hijos: Carlos, Eduardo y Emilio. Residieron en la calle Pérez Medina, en Benalúa.

Desgraciadamente, acabó falleciendo fruto de su enfermedad pocos años después cuando sus hijos aún eran niños, justo 6 días después de que también lo hiciera su esposa.

FUENTES:

- “40 ALICANTINOS” Tirso Marín Sessé

- Fernando Van der Hofstadt