Valcárcel Pío de Saboya, Antonio
Nació y creció en el Palacio familiar de los Válcarcel situado en la calle Postiguet (actual Gravina), en el seno de una familia aristocrática del interior de España venida a Alicante. Su madre era Marquesa de Almonacid de los Oteros, Princesa del Marquesado de Castel Rodrigo y la Duquesa de Nocera. Su padre era un noble menor, caballero de la Orden de Santiago y alcaide perpetuo del castillo de Hellín.
A los 19 años sus padres decidieron encerrarle una temporada en el Castillo de Alicante, como castigo hacia su conducta rebelde (un castigo habitual hacia los jóvenes alicantinos de aquella época). Durante este cautiverio, conoció de manera fortuita a un noble intelectual que se encontraba allí encerrado por su participación en el Motín de Esquilache, el Marqués de Valdeflores, Luis José Velázquez.
El marqués contagió a Antonio su interés por la historia y las antigüedades. No solo se convirtió en su mentor, sino también en un gran amigo personal, con el que congeniaba mejor que con su propia familia. Sus relaciones con sus progenitores empeoraron a raíz de la negativa de Antonio a casarse con otra mujer de la nobleza. Durante un tiempo, decidieron enviarle a una prisión de Cartagena.
En 1969 conoce al erudito Gregorio Mayans, quien le anima a interesarse por la nimismática. Comienza entonces una colección que llegará a tener más de 12.000 piezas. Ambos forjarían una gran relación, tanto profesional como de amistad.
A la edad de 23 años, con toda la oposición de sus padres, contrae matrimonio con Tomasa Pascual del Pobil. Para empezar una nueva vida, deciden trasladarse a Orihuela. Menos de un año después, nació su primer hijo Antonio.
Debido a la ruptura con sus padres, Antonio se vio falto de medios económicos para mantener a su propia familia. Por esta razón tuvo que buscarse algunos trabajos en la ciudad oriolana y dejó en buena medida aparcado durante un tiempo el estudio de la historia y de antigüedades. A pesar de esto, consiguió publicar en el 73 un catálogo de gran parte de sus piezas coleccionadas, con el título “Medallas de las colonias, municipios y pueblos antiguos de España hasta hoy no publicadas”.
El catálogo fue acogido con gran éxito entre los historiadores españoles de la época, sobre todo por su estilo novedoso e informativo. Conocido ahora en todo el panorama nacional, Antonio Valcárcel es nombrado miembro de la Academia de Historia.
En el 74 nace su segunda hija, María de la Concepción, y el matrimonio decide volver a instalarse en Alicante. Poco después fueron bendecidos con 2 hijos más: Isabel y Juan Crisóstomo.
Su interés hacia su tierra crece a raíz de los descubrimientos casuales en el Tossal de Manises de las ruinas de la antigua ciudad de Lucentum en la década de 1770. Comienza a identificar y clasificar los objetos y las piezas que se van excavando. Se convierte así en uno de los primeros arqueólogos de campo en España, y la figura clave para el estudio y entendimiento de las ruinas de Lucentum tanto a nivel local como nacional.
En 1776 fallece su tío materno Gisberto, noble de un condado situado en la provincia de León. Al ser el primer varón de la siguiente línea familiar, Antonio Valcárcel hereda el título de ‘Conde de Lumiares’, por el que será comúnmente conocido desde entonces.
Además del Tossal de Manises, fue el primer historiador en realizar investigaciones en varios de los yacimientos arqueológicos más destacados de la zona, como Illici, Saguntum, Carthago Nova, Dianium (cerca de la actual Denia) y Allon (Villajoyosa).
Digna de destacar fue su posición respecto a la ubicación de Illici, a la que Valcárcel situaba en la costa y no en el interior, tal y como sostenían los historiadores locales de la época. Escribió y realizó muchas investigaciones y memorias con el fin de sostener esta afirmación, destacando su obra “Observaciones sobre la antigua situación de la Colonia Illice”, de 1778.
Tardaría aún 2 años más en recopilar la suficiente información como para publicar otra de sus grandes obras sobre la ciudad lucentina: “Lucentum, hoy ciudad de Alicante, en el reino de Valencia“.
Sus completas y destacadas investigaciones en materia de arqueología le valen convertirse en miembro de la Academia Geográfico-Histórica de Valladolid, de la de Bellas Artes de Barcelona y de San Carlos de Valencia. Por éste último, en 1781 el Conde de Lumiares se traslada junto a su familia a residir a la ciudad del Turia.
Sus problemas con sus padres se agudizan, llegando incluso a tener serios pleitos judiciales contra ellos, que duraron varios años.
Tras pasar una década en Valencia, en 1791 se trasladan a una finca de la huerta de San Juan. Su padre fallece y recibe la mínima herencia que por ley le pertenece, que aún así es cuantiosa.
Heredó por ejemplo el Palacio familiar donde creció. Antonio Valcárcel decidió derruirlo y construir uno nuevo sobre el mismo solar. Actualmente el Palacio Gravina es uno de los más destacados edificios del Casco Antiguo.
Comienza entonces una nueva etapa en su carrera como historiador, en la que se interesa por las inscripciones antiguas valencianas, la cual culminará en la que para muchos es su gran obra, tanto por su importancia y aportaciones a la arqueología, como por su envergadura y coste de realización; “Inscripciones y antigüedades del Reino de Valencia” (que no terminaría hasta 1802).
En el 93 tuvo que vivir un desagradable episodio en su vida. El entonces alcalde Francisco Poveda y su sobrino Antonio Pastor tuvieron una serie de pleitos judiciales con él. El conde aseguraba que el alcalde había incitado al desorden público y su sobrino había intentado atentar contra su vida. Antonio Pastor acusó al conde de calumnias. Finalmente Pastor sería absuelto y el Conde de Lumiares resultaría condenado a pagar los costes de los juicios.
En 1799 su madre fallece, y a pesar de sus intentos por desheredarle, no puede evitar que Antonio se convierta en el nuevo Duque de Nocera (ducado situado en Italia) y Marqués de Almonacid de los Oteros y Marqués y Príncipe Pío de Castel-Rodrigo (en la actual Portugal). Deja en ese momento de ser “Conde de Lumiares”, título que pasa a su primogénito Antonio.
Tras casi 3 décadas, en 1802 el Príncipe Pío vuelve a trabajar con la Academia de Historia para un proyecto bibliográfico sobre los monumentos y antigüedades de España.
En 1804 fue uno de los muchos alicantinos que se exiliaron provisionalmente de la ciudad para escapar de una terrible epidemia de fiebre amarilla que acabó con las vidas de más de 3.000 personas.
En estos primeros años del siglo XIX entabló amistad con el famoso científico y explorador escocés William Maclure, que estuvo residiendo en su propia finca en San Juan durante una temporada.
Sin haber nunca participado en política, a pesar de su noble linaje y relevancia en la ciudad, si que decidió tomar parte en la Junta de Resistencia Local que se formó en Alicante a raíz de la invasión francesa dirigida por Napoleón en 1808, siendo nombrado como presidente de la misma.
Algunas de las primeras decisiones que tomó fueron las de rechazar todo mandato que emanara de las autoridades francesas, reclutar hombres y formar milicias urbanas. Mediante bandos y mensajes patrióticos consiguió motivar a la participación ciudadana en la defensa y resistencia patriótica. Su buena labor le llevó a ser nombrado como vocal en la Junta Central en Madrid, como diputado representante del Reino de Valencia.
Sin embargo, apenas tuvo tiempo de ejercer este puesto, pues pocos meses después fallecería repentinamente en Aranjuez. Fue nombrado Grande de España.
Años más tarde se le daría su nombre a un barrio y una calle de su Alicante natal.
Antonio Valcárcer o “El conde de Lumiares”, fue el primer investigador que estudió Lucentum y muchos otros de los más importantes yacimientos históricos alicantinos y valencianos. Además de ser el primer arqueólogo alicantino es, sin duda, uno de los padres de la arqueología moderna en España. Además, demostró una gran implicación hacia su ciudad y su país en el momento más crítico, cuando lideró la resistencia en Alicante y participó en la de Madrid durante la Guerra de la Independencia contra Francia.
FUENTES:
- “ANTONIO VALCÁRCER PÍO DE SABOYA, CONDE DE LUMIARES (1748-1808). APUNTES BIOGRÁFICOS Y ESCRITOS INÉDITOS” Juan Manuel Abascal, Rosario Die y Rosario Cerbrián
- Wikipedia