Su padre era un guardia civil que fue asesinado por motivos políticos durante la Guerra Civil, por lo que Alfredo fue criado solo por su madre a partir de los 10 años. 

Desde pequeño empezó a jugar al balonmano en el Club Montemar, uno de los equipos alicantinos pioneros en la práctica de este deporte. Cuando se creó el Obras del Puerto en 1952, Alfredo José fue uno de sus primeros jugadores. También ejerció de tesorero en la Federación Alicantina de Balonmano.

Probablemente en sus primeros años también trabajara en el Puerto de Alicante, como la mayor parte de la plantilla. Pero durante la mayor parte de su vida compaginó el balonmano trabajando de empleado en el Banco Hispano Americano.

Se convirtió en uno de los jugadores más destacados de la provincia de Alicante. Con el Obras del Puerto ganó varios campeonatos locales y provinciales, disputó la Copa de España e incluso defendió los colores de la Selección Alicantina en torneos nacionales.

En 1959 se creó la primera Liga Nacional de Balonmano. Alfredo era ya entonces el capitán del Obras del Puerto, y fue uno de los primeros jugadores en disputar aquella recién fundada División de Honor. Aquel equipo entrenado por Ángel Cía que disputaba sus partidos como local en la pista del Puerto, logró ser quinto clasificado.

El club alicantino se había convertido en uno de los mejores de España, prueba de ello es que al año siguiente lograron incluso ser subcampeones. La 60-61 fue su última temporada en activo, pero Alfredo siguió vinculado al club.

En 1963 pasó a ser su entrenador principal logrando la permanencia de forma holgada. Alfredo entrena a algunos de sus antiguos compañeros que todavía siguen en activo como José Antonio García Vázquez, Iván Martínez, Rafael Such o Martínez Payá. También a otros jóvenes prometedores, como Pitiu Rochel. 

En la temporada siguiente Ángel Cía vuelve a ser el entrenador del equipo, por lo que Alfredo pasa a la directiva. Sin embargo pocos meses después vuelve a coger las riendas de la plantilla cuando Cía dimite por problemas de salud. De nuevo consigue lograr la permanencia en División de Honor, repitiendo éxito en la 65-66.

El equipo empieza mal la 66-67 y es sustituido por Cía a mitad de temporada. Aún así el Obras del Puerto acaba descendiendo por primera vez en su historia. Después de esta decepción Alfredo fichó como entrenador del juvenil femenino del equipo del colegio de los Jesuitas.

Regresó como técnico del Obras del Puerto para la temporada 70-71, en la que logró volver a ascender al equipo a la División de Honor dirigiendo a un equipo con estrellas como Pitiu, García Vázquez, Poli o Mirete.

Además de su vinculación en el balonmano, Alfredo José Llorca también ha sido siempre un gran herculano. En 2014 obtuvo el honor de conventirse en el abonado nº 1 del Hércules, al haberse sacado el carnet todas las temporadas ininterrumpidamente desde los años 30 cuando el equipo jugaba aún en el Estadio Bardín. 

Falleció a la edad de 96 años.

TRAYECTORIA COMO JUGADOR

TRAYECTORIA COMO ENTRENADOR

FUENTES: 

- Entrevista Diario Información (10-2-1959)

- “ALICANTE TIERRA DE BALONMANO” José Antonio Soler