El monumento se realizó en la memoria de las más de 300 personas que fallecieron a causa del bombardeo aéreo cometido sobre Alicante el 25 de mayo de 1938. La mayor parte de los fallecidos estaban comprando o vendiendo en la Plaza del Mercado (en aquella época se denominaba Plaza Balmes) que por entonces tenía una techumbre metálica y estaba dedicada sobre todo a la venta de hortalizas.

El bombardeo fue perpretado por 7 aviones de la Italia fascista durante la Guerra Civil. Por aquel entonces Alicante estaba aún bajo la autoridad del Gobierno republicano, razón por la que fue atacada recurrentemente por la aviación del bando sublevado. A lo largo de los casi 3 años que duró la guerra se produjeron hasta 71 ataques sobre la ciudad alicantina, si bien el del 28 de mayo del 38 fue el peor de todos. De hecho solo aquel día murieron más personas en Alicante que en todos los demás bombardeos juntos. Ningún otro bombardeo perpretado en la Guerra Civil españolas causó más víctimas que éste sobre Alicante.

Hasta 2010 no hubo ningún recuerdo hacia las personas fallecidas aquel día. En aquel año se nombró a la plaza del Mercado como Plaza 25 de mayo, y se colocó una pequeña placa. En 2013 además se colocó este monumento en el suelo, obra de las artistas Elena Albajar y Ruth Céspedes.

La inauguración del susodicho monumento se produjo el 25 de mayo, por el 75 aniversario del ataque. En los meses previos hubo cierta polémica en la ciudad, pues el Ayuntamiento quiso construir la obra quitando la frase "Las más de 300 víctimas civiles del bombardeo de la aviación fascista del 25 de mayo de 1938". Las propias artistas criticaron este cambio, y al final la alcaldesa Sonia Castedo acabó cediendo.